Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Chelicerata
Clase: Arachnida
Orden: Araneae
Las arañas, que tienen entre 115 y 121 millones de años han desarrollado un sistema de caza único. Generan una tela compuesta de proteínas, que le dan una elasticidad y resistencia superiores a la del acero.
Esta tela, pegajosa, consigue atrapar insectos (también quedan atrapados ratones, murciélagos, aves, escorpiones, lagartijas...), que en su lucha por zafarse sólo consiguen enredarse aún más, facilitando la tarea de la araña, que en el caso de que la víctima sea demasiado grande o pueda atacarla, procede a envolverla con más tela, hasta lograr inmovilizarla, y luego utilizando sus quelíceros, le inyecta un veneno que la paraliza, llevándola luego a un lugar más cómodo para comenzar a consumirla.
En esta secuencia, se puede observar a una araña salir de un hueco en una pared, al sentir la vibración de la tela, producida por una hormiga.
Inicialmente, la araña utiliza sus patas para determinar en qué parte de la tela se encuentra la presa. Luego comienza a acercarse, si es que aún no tiene la ubicación exacta, para en el último momento, lanzarse hacia la víctima, que es sometida y arrastrada a su guarida.
Filo: Arthropoda
Subfilo: Chelicerata
Clase: Arachnida
Orden: Araneae
Las arañas, que tienen entre 115 y 121 millones de años han desarrollado un sistema de caza único. Generan una tela compuesta de proteínas, que le dan una elasticidad y resistencia superiores a la del acero.
Esta tela, pegajosa, consigue atrapar insectos (también quedan atrapados ratones, murciélagos, aves, escorpiones, lagartijas...), que en su lucha por zafarse sólo consiguen enredarse aún más, facilitando la tarea de la araña, que en el caso de que la víctima sea demasiado grande o pueda atacarla, procede a envolverla con más tela, hasta lograr inmovilizarla, y luego utilizando sus quelíceros, le inyecta un veneno que la paraliza, llevándola luego a un lugar más cómodo para comenzar a consumirla.
En esta secuencia, se puede observar a una araña salir de un hueco en una pared, al sentir la vibración de la tela, producida por una hormiga.
Inicialmente, la araña utiliza sus patas para determinar en qué parte de la tela se encuentra la presa. Luego comienza a acercarse, si es que aún no tiene la ubicación exacta, para en el último momento, lanzarse hacia la víctima, que es sometida y arrastrada a su guarida.
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